¿Ha llegado el final del arte?
Bueno, es difícil decirlo cuando todavía no se ha llegado a una definición unánime de lo que es arte, y creo que partiendo de esa base podríamos rebatir algunas de las afirmaciones que Arthur C. Danto realiza en el planteamiento de su ensayo "El fin
del Arte".
Danto expone que es imposible crear nuevo arte dentro del sentido histórico del arte contemporáneo. El arte no tiene futuro, y es imposible predecirlo. Si intentamos adivinar cómo será el futuro estaremos proyectando parte de nuestra situación social, cultural y artística de nuestro tiempo, y la respuesta que obtendremos será parecida a la que tendríamos al mirarnos en un espejo (más o menos deformado, pero que nos devuelve la imagen propia). Danto toma por tanto dos caminos a su teoría, por un lado la especulación sobre el futuro del Arte, y por otro lado las características del arte venidero, presuponiendo su existencia.
Para Danto, la intención del arte a lo largo de la historia es la búsqueda de la representación más exacta del mundo y de la realidad, y parte de la idea de Hegel de que el Arte ha llegado a su fin como etapa histórica, es decir que Arte e Historia han tomado caminos diferentes. Actualmente según Danto, en el Arte se producen cambios sin evolución, retomando fórmulas ya conocidas, y el problema radica en que dicho objetivo histórico del arte se ha alcanzado, a través de la perfección de la técnica o de las tecnologías, y por tanto el arte deja de tener tal sentido.
Para Arthur Danto, existen tres modelos histórico-artísticos: el primero es el de la mímesis cada vez más exacta de la realidad; el segundo el que hace referencia a las experiencias y otras formas del arte; y modelo final, aplicable al arte en un sentido muy amplio, y es el concepto al que se refiere cuando éste ha llegado a su fin.
Agotado estos modelos, el arte busca justificarse mediante otros razonamientos que superen a lo meramente representativo o estético del modelo histórico artístico inicial, y por ello las obras artísticas contemporáneas van acompañadas de justificaciones y teorías. El arte se ha convertido en un ejercicio de la autorreflexión del artista que quizás tenga más relación con la filosofía que con su vertiente histórico-artística. Se convierten en medios de expresión de los propios pensamientos, sentimientos e ideas que el artista plasma en sus obras, y no pertenece a ningún pensamiento sociocultural colectivo, ya que el arte dependerá de cada autor, y por tanto no se puede enmarcar en una etapa histórica común.
Por tanto, hoy en día la división entre objeto y sujeto en el mundo del arte ha desparecido. Para Danto, ha llegado la era del pluralismo en la que todo vale, aunque afirma que el arte siempre tendrá un papel que desempeñar si los artistas lo desean.
Creo que este hecho no supone el fin del arte. Si bien el arte desempeña el papel que los artistas deciden, forma parte indisoluble de esto la propia sociedad y la cultura de la misma, dentro de un marco temporal determinado, y por eso sería incorrecto pensar que el Arte se ha separado de la Historia. Por un lado porque la propia historia va ligada a la sociedad, y el arte también lo está. Por otro lado, porque aventurarse a imaginar cómo será el arte o su futuro es sin duda una tarea infructuosa, dado que no tenemos perspectiva suficiente para determinar siquiera en qué punto histórico nos encontramos nosotros mismos, mucho menos el arte contemporáneo, de la misma forma que hace diez años nadie podría asegurar que la era de internet habría tocado techo.
Por otro lado, creo que en tanto que el arte se trata de una forma de expresión, siempre necesitaremos de él, y en este sentido efectivamente, dependerá el concepto de Arte que manejemos. Si bien los medios de expresión podrán haber sido ya agotados anteriormente, como critica Danto, lo que se desea transmitir, ideas, experiencias o sensaciones y la reacción que provocan en el receptor, son únicas. Por ejemplo, entre un soneto de Góngora, Lope o Quevedo, se usa la misma técnica, misma estructura y medio expresivo, pero son obras artísticas totalmente únicas. Incluso manteniendo los métodos y suponiéndolos, en el peor de los casos, ya agotados, las oportunidades para el arte siguen siendo infinitas.
De la misma forma podemos decir que un cuadro de Velázquez, habiendo alcanzado una gran calidad técnica (uno de los pasos para el fin del arte según Danto) y a pesar que muchas de sus obras fuesen encargadas por la corte (el mercantilismo también es criticado, sobre todo en su vertiente especulativa), nadie puede negar hoy en dia que se traten de obras de arte de grandísima calidad.
Por tanto, desde mi punto de vista, no parece que haya llegado el fin del arte, o que éste haya tocado su techo evolutivo, ni parece que este punto pueda, afortunadamente, alcanzarse jamás.